miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las fallas en el sistema educativo mexicano ensanchan las brechas

El sistema educativo mexicano contribuye a ensanchar las brechas ya existentes en la sociedad mexicana, pues sus deficiencias se manifiestan más severa y ofensivamente para los niños y jóvenes de los contextos con mayor marginación.La educación en México no transforma a la sociedad; reproduce la desigualdad que existe, lo cual se traduce en la preservación del estatus quo reinante y la inmovilidad socioeconómica, es decir, que los más pobres y desprotegidos no tienen ninguna esperanza de modificar su condición actual.El resultado es aterrador: las primarias indígenas se concentran en la esquina inferior izquierda; sin que se mezcle uno de los puntos le sigue hacia arriba y la derecha, las primarias públicas en localidades rurales; y así sigue hasta que en la parte superior derecha se encuentran las primarias privadas, es decir, claramente los peores niveles de educación los reciben los niños indígenas, que obviamente también viven en las peores condiciones socioeconómicas y acumulan el menor capital cultural escolar.La brecha aparece ante nuestros ojos cuando notamos que no hay una distribución mixta: ni se mezclan los puntos de colores en la diagonal, ni la línea es horizontal, de forma que indicara la diferencia de los rasgos de hogar y familia de origen, pero sin menoscabo de un logro de parecida magnitud. Por el contrario, una descripción adecuada de lo que significa la empinada diagonal sería decir que el logro más alto de un estrato es cercano o incluso todavía inferior al logro más bajo de otro."A nivel de las entidades federativas, las que tienen un menor Índice de Desarrollo Humano (IDH) son también las que tienen el mayor porcentaje de alumnos con nivel 0 de lectura, de acuerdo a la prueba PISA 2006, tal como muestra que las tres entidades con menor IDH: Chiapas, Oaxaca y Guerrero, ocupen tres de los cuatro últimos lugares en lectura, con porcentajes de 39, 41 y 31 porciento de alumnos con nivel cero, respectivamente; y las dos entidades con mayor nivel de IDH: Distrito Federal y Nuevo León, ocupan los dos primeros lugares en el nivel de lectura, únicamente con el 8 y el 7%, respectivamente. Así los rasgos distintivos que muestra el sistema educativo mexicano son: altos niveles de deserción; bajos niveles de aprendizaje; y, ambas características, agudizadas en los estados menos desarrollados y los grupos poblacionales más necesitados. El problema  cobra proporciones alarmantes al revisar una gráfica del reporte que muestra con claridad las diferencias en la calidad de la educación de los distintos grupos socioeconómicos. Se representan los resultados de cuatro estratos de escuelas: primaria indígena, primaria pública en localidad rural, primaria pública en localidad urbana y primaria privada.