lunes, 29 de noviembre de 2010

Introducción

La elaboración de este blog responde a conocer un poco más a cerca de la institucionalización de la antropología en México tomando en cuenta autores y escritos específicos para el desarrollo de dicho tema.
En el presente blog se mostrarán algunos autores junto con su biografía, quienes fueron precursores de la institucionalización de la antropología en México, teniendo estas exposiciones como referencia,  el público que tenga acceso al blog  podrá conocer más a cerca de los autores expuestos aunado al hecho de obtener una visión más amplia sobre el tema indígena en México, desde una perspectiva antropológica, además de entender mejor el por qué y el cómo se fue formando esta disciplina hasta llegar a su institucionalización. 

Manuel Gamio


Manuel Gamio nació en la Ciudad de México en 1883 y murió en 1960 fue  antropólogo y arqueólogo mexicano, así como director de la Escuela Internacional de Arqueología y Etnología Americana y del Instituto Indigenista Interamericano. También fue autor de la primera investigación integral del poblamiento del Valle de Teotihuacán, lugar  en donde se  realizó el  descubrimiento  del templo de Quetzalcóatl. Fue doctor honoris causa de la Universidad de México y de la de Columbia, Nueva York.  Dedicó su vida al estudio de la población mexicana, estuvo siempre pendiente de las necesidades de la población indígena.
Fue un estudioso de las ciencias sociales, la antropología, etnología, estadística y sociología.
Para él descifrar las características de la población era elemental y sólo podría conocer la verdadera patria a través de los censos, por ello, es que en sus trabajos persiste esa necesidad de conocimiento y revalorización de los grupos indígenas tan diversos en el país. Sin  duda, el ítem  de Manuel Gamio, es la integración a la comunidad nacional de la diversidad indígena. La obra de Gamio propone la fusión de razas y manifestaciones culturales, así como una unificación lingüística e igualdad en la justicia y la economía.  Entre sus obras cabe destacar Forjando patria (1916), El inmigrante mexicano (1930) y Consideraciones sobre el problema indígena (1948). En el pensamiento de Gamio existió la necesidad de una nación fuerte, forjada por la renovación de la educación y la reestructura social de la integración de los indígenas, es como si todo el tiempo a través de sus escritos estuviera demostrando los refuerzos raciales, la incorporación de la identidad española e indígena.








 Gamio Manuel (1960).
Forjando la Patria. 



Para Manuel Gamio durante siglos se pretendieron cincelar patrias incompletas, dejando apartada la escoria del indígena. Más tarde, Bolívar, Hidalgo, San Martín…iban a forjar una estatua hecha de todos los metales que serían las razas de América, pero durante la vida independiente, se cambió de idea; ya no se iba a modelar una sola patria, sino se formarían patrias poderosas que correspondieron a las divisiones políticas coloniales y se dio al olvido a la raza indígena.
Para él las características de la nacionalidad y condiciones inherentes al concepto de Patria son:
·         Unidad étnica en la mayoría de la población, individuos pertenecientes a la misma raza o cercanos entre sí.
·         Esa mayoría posee y usa un solo idioma común.
·         Los diversos grupos sociales ostentan manifestaciones culturales del mismo carácter esencial por más que difieren en condiciones económicas y de desarrollo físico e intelectual.
·         Por último el recuerdo del pasado lo atesoran los corazones como una reliquia.
La población indígena se presenta  hoy dividida en agrupaciones que se constituyen en pequeñas patrias por el lazo común de la raza, el idioma y la cultura. El problema está en encauzar sus energías hoy dispersas, atrayendo a sus individuos hacia el otro grupo social que siempre han considerado como enemigo, incorporándolos, fundiéndolos con él, tendiendo a hacer coherente y homogénea la raza nacional, unificando el idioma y convergente la cultura.
 Gamio cree que la Antropología debe ser el conocimiento básico para el desempeño del buen gobierno, ya que por medio de ella se conoce a la población que es la materia prima con que se gobierna y para quien se gobierna porque en las características étnicas sociales del indio, se encuentran importantes factores que podrían coadyuvar a su decisiva y trascendental regeneración.
 Para Gamio el indio tiene aptitudes intelectuales comparables a las de cualquier raza. La magna tarea debe comenzar por borrar en el indio la secular timidez que lo agobia.
A los gobernantes es indispensable conocer las características de los individuos y agrupaciones a fin de atender conscientemente a sus necesidades y procurar su mejoramiento.
La redención de México sólo se alcanzará con la migración extranjera, pero esta tiene que ser de españoles, pues ellos no han desdeñado cruzar sin distingos su raza con la nuestra.
Con la educación integral se logrará el bienestar nacional y el engrandecimiento de la patria.
Gamio dice que la  Revolución es un movimiento social de defensa, de propia conservación, ya que transforma los fenómenos desfavorables, en favorables al desarrollo nacional. La Revolución colabora trascendentalmente a la creación de la futura nacionalidad y al surgimiento de la futura patria mexicana.

Moisés Saenz

Moisés Sáenz Garza (El Mezquital, Apodaca, Nuevo León; 16 de febrero de 1888 - Lima, Perú; 24 de octubre de 1941). Educador, diplomático y político mexicano, que realizó una destacada labor a favor del indigenismo.
Ministro de México en Dinamarca y embajador de México en Perú.
Sáenz Garza realizó importantes trabajos sobre indigenismo. Ayudó en la organización y llevó al cabo el primer Congreso Indigenista, reunido en Pátzcuaro, en 1940, donde fue nombrado Director del Instituto Indigenista Interamericano. Elaboró un programa para la creación del Departamento de Asuntos Indígenas y para la protección legal del indio mexicano. 




Antología de Moisés Sáenz.
 Prólogo y selección de Gonzalo Aguirre Beltrán.
Ediciones Oasis, S.A. México

Para este autor la integración de México  se logrará por la educación ya que México es un país de muchas razas y de muchas opiniones, es una tierra de castas y de órdenes sociales diversos; es una tierra de grandes variaciones geográficas, de grandes distancias y de comunicaciones pobres; es por ello que es necesario luchar para conseguir la unidad nacional por medio de la escuela.
El  programa educativo se diseñó para todo México. A través de la escuela rural  se trata de integrar a México y de crear en las clases campesinas un espíritu rural. Atraer al seno de la familia mexicana a dos millones de indios; hacerlos pensar y sentir en español. Incorporarlos dentro del tipo de civilización que constituye la nacionalidad mexicana. Integrar a los indios sin sacrificarlos; enseñarles a amar a México y el significado de México, es el propósito de la escuela rural.
Para él la Revolución Mexicana se reivindica a sí misma. Porque a través de ella llegaron… la luz en abundancia y amor.
El programa esencial de la educación se desarrolla alrededor de estas cuatro cuestiones:
·         Cómo conservar la vida,
·         Cómo ganarse la vida,
·         Cómo formar la vida,
·         Cómo gozar de la vida.
Esos son los principios cardinales que rigen la vida de los pueblos primitivos; también la vida civilizada fluye dentro de esos cauces.
Los cuatro principios se desdoblan en actividades:
·         La castellanización
·          Comunicar en lo material y en lo espiritual
·          La escuela tendrá que establecer la comunicación de un pueblo con el otro, hasta que se llegue a la unidad material, instrumento de lo espiritual, sin la cual no puede haber patria. Pasar de la etapa folklórica a la literaria es otra de las tareas de la escuela
·          La socialización de los adultos. Socializar quiere decir dividir la labor, especializándola, quiere decir enseñar a trabajar en colaboración, repartiéndose las funciones, participando de las obligaciones, gozando de los resultados.

 Para Sáenz México es conscientemente mexicano, indio sólo en la subconsciencia. El indio es un elemento actual determinante. Él considera al indio como una de tantas realidades objetivas que afectan a la nación.
Es partidario de la “incorporación”, en lo biológico, al proceso natural del mestizaje; en lo político, dar al indio cabida libre al campo de la ciudadanía, y en lo cultural, una amalgama consciente y respetuosa de los rasgos y valores autóctonos con los elementos típicos y normativos del diseño cultural mexicano.
Ser indio en México, es no sólo un hecho biológico y racial sino también una condición social. Por eso en México la solución del problema del indio no requiere necesariamente deslavar la sangre nativa con corrientes de inmigración extranjera.
La Secretaría de Educación, tuvo por finalidad la incorporación  cultural del indio. Aparecía, en el mecanismo burocrático oficial un organismo que reconocía al indio como elemento especial y que por razones imperativas del nuevo nacionalismo intentaba incorporarlo a la familia mexicana. Incorporar al indio ha significado abrir escuelas en las comunidades indígenas, enseñar el español, poner a los naturales en comunicación, material y espiritual con el resto del país, hacer intentos iniciales para mejorar la condición económica y para elevar su nivel de vida, creándole necesidades y enseñándole a satisfacerlas. Esta ha sido la actitud política del México revolucionario.
 Sáenz propone no incorporar al indio, sino integrar a México. Integrar, sabiendo que no se incauta el mexicano al indio y que al reivindicar lo autóctono tampoco ha de desplazarse el producto del proceso histórico que nos ha dominado. Integrar estableciendo la base física, la comunicación material, combatiendo el aislamiento y el localismo y el regionalismo hasta donde éste choque con la coherencia colectiva y con el ideal común.

Andrés Medina


Egresado de la Escuela Nacional de Antropología e Historia, obtuvo el grado de maestría y doctorado en la UNAM. Sus primeras filiaciones laborales con la antropología fueron con el INAH y el Museo de Antropología, para después ingresar en la Sección de Antropología del Instituto de Investigaciones Históricas. Andrés Medina se dedico asiduamente a la etnografía, de manera particular enfocada a los grupos mayas que habitan los Altos de Chiapas. De los trabajos de campo realizados en estas comunidades deriva una gran parte de sus ensayos de los anos 60 y 70, como son: “Características del subdesarrollo en una comunidad indígena de los Altos de Chiapas”, Tlatoani de 1963, o “Tradición y conflicto en la organización política de una comunidad maya”, publicado en Anthropology Tomorrow en 1967; en estos trabajos ya se perfila el planteamiento de los temas que serian el núcleo de su inquietud fundamental y que han encauzado sus investigaciones: la Antropología mexicana, sus particularidades y problemas que la identifican como tal, así como la propuesta de aspectos teórico-metodológicos para abordar su estudio. Vale la pena mencionar entre sus obras publicadas por el Instituto de Investigaciones Antropológica de la UNAM: La
quiebra política de la antropología social en México I. La impugnación y II. La polarización (1971-1976); así como Dos ensayos críticos sobre la antropología en
México de 1996, publicado en Cuadernos de Trabajo del IIA. De 1998 es “El zapatismo chiapaneco y la figura nacional del indio en México”, publicado en Ateliers de Caravelle en Francia, así como “Las investigaciones antropológicas en México: una reflexión breve sobre algunas cuestiones teóricas”, “La ENAH y la configuración de la Antropología contemporánea en México, Memoria de los 60 años de la ENAH, en 2000, o “La política indigenista en México: muerte y transfiguración al filo del siglo XXI, Universidad de México, 2000, entre muchos otros trabajos.








Medina, Hernández Andrés
“Teoría antropológica y  trabajo de campo en
la obra de Miguel Othón de Mendizábal”;
en Jorge Martínez (Comp.) La investigación social
de campo en México, UNAM.
Los primeros artículos de Miguel Othón de Mendizábal  aparecen en los momentos en que está en sus inicios un fuerte movimiento nacionalista que tiene una actitud utópica y vislumbra la construcción de una nación nueva.
En dos ámbitos de la problemática nacional se construyen los cimientos de la nueva ideología revolucionaria, uno de ellos es el progreso agrario y el otro el problema educativo, los cuales comparten el problema de la población indígena.
En las publicaciones del Museo aparecen en el año 1921, los ensayos elaborados por Enrique Juan Palacios y Miguel Othón de Mendizábal. Posteriormente Mendizábal publica otros artículos acerca de las culturas indígenas prehispánicas, con un marcado interés en señalar sus logros y sus diferentes puntos de vista, este artículo rechaza la opinión de aquellos que rebajan la calidad moral y humana del indio, la mayor extensión del artículo se dedica a escribir y analizar la educación indígena prehispánica.
Mendizábal trabajará sistemáticamente en los “diversos aspectos de la vida prehispánica, colonial y nacional” de México, pero los diversos aspectos son elegidos de acuerdo con una clara concepción marxista involucrada en su evolucionismo. Su posición evolucionista se manifiesta en su explicación de las diferencias encontradas en las religiones indígenas.
Sus trabajos de historia colonial constituyen sólidos aportes, resultado de una larga y minuciosa búsqueda en archivos y en fuentes de la más variada naturaleza.
En su estudio “la influencia de la sal en la distribución geográfica de los grupos indígenas de México”, encontramos la aportación de mayor originalidad en la obra de Mendizábal. Esta originalidad se debe a la consistencia de su enfoque evolucionista, en el que maneja la relación funcional de los diferentes aspectos de la cultura, la importancia fundamental que da a las relaciones entre medio ambiente y nivel tecnológico y su conexión estrecha con el resto de la cultura y finalmente, el adecuado uso del método comparativo que le permite establecer categorías situadas en diferentes grados de complejidad.
Mendizábal intenta una nueva síntesis de la historia de México con un mayor énfasis en la población aborigen, en la contribución que tal población hace a las características del moderno país; nos muestra una nueva actitud que hace una valoración más justa de dicha contribución. Para ello recorre las más importantes fuentes de nuestra historia.
Su aportación al trabajo de campo se relaciona directamente con su actitud como indigenista y con su participación en una serie de instituciones que tienen que ver con las diferentes fases o aspectos del problema indígena.
En su artículo “Los cuatro problemas fundamentales del indígena”, explica las diferentes características de la Conquista y el inicio de dos sistemas económicos: el agrícola de subsistencia, y el tenido por la agricultura comercial, la minería y la ganadería. Explica la influencia del régimen colonial sobre la población indígena, con la formación de castas; el aislamiento, la economía, la cultura; para cada uno de ellos ofrece soluciones concretas. Estas soluciones fijan las bases del programa indigenista que se incorporaría a los programas de gobierno.
La importancia que Mendizábal da a las artesanías populares le lleva a escribir varios artículos en donde muestra que en los tejidos encontramos una de las manifestaciones más fieles a la antigua tradición aborigen, un campo de la creación que no fue aplastado por los conquistadores y en el que, se expresa con mayor originalidad y fuerza la cultura india.
Para él la recolección de datos así como el proceso de selección y elaboración no están dirigidos a la pura descripción de culturas extrañas… “todo programa de acción requiere una base previa de conocimientos, lo más amplia y sólida posible, que debe ser forzosamente resultado del estudio objetivo de los problemas que se trata de resolver”…  Es así, en el contexto mismo de la acción, que se define la misión del antropólogo.
La conciencia de la responsabilidad ética del investigador social es uno de los rasgos sobresalientes en el trabajo de Mendizábal.
Si bien Mendizábal rechaza la solución de las pequeñas nacionalidades para aplicarse a la población india de México, toma de ella la actitud que respeta las formas culturales propias. La solución mexicana es la de la unificación cultural y la integración nacional, pero ésta no se impone, más bien se da la oportunidad a las poblaciones de discutir sus propios problemas.
Conclusión: la investigación de campo en la obra de Mendizábal está relacionada directamente con su concepción de los problemas nacionales, con su posición evolucionista y su ideología marxista. En su concepción del trabajo de campo caben el conjunto de técnicas con las que recolecta y controla la información relevante.

sábado, 20 de noviembre de 2010

Algunas reflexiones...

Podremos entender que la institucionalización  de la antropología en México comienza con los estudios que se iban adecuando  al concepto de integración de la nación mexicana. Un ejemplo, sería el estudio no sólo cualitativo sino cuantitativo de Manuel Gamio, la idea de contar las comunidades, su tipo, la cantidad de habitantes, etc.  generó la conformación de los censos de población; otro ejemplo, es el trabajo de campo en las zonas rurales, asimilando a los procesos de evangelización. Éste sin duda, fue un paso para el  entrenamiento educativo con corte nacionalista: las “escuelas rurales”, en las cuales la patria, los símbolos patrios, como la bandera y el himno intentaban reestructurar a la nación mexicana. Sáenz, haciendo un análisis de esto,   explica el trasfondo de la cultura indígena e interpreta su integración  a la educación. En esta institucionalización educativa de las escuelas rurales, hijas de la revolución, se desmitificaba  el papel de la dictadura de Díaz y la occidentalización; también entraban en el juego político del nacionalismo y  del auge de la presencia socialista mundial.


Retomando  a Manuel Gamio su aportación fue básica y determinante para la Institucionalización de la Antropología Indígena cuando mencionó que se necesitaba “La fusión de las razas”. La lucha por la Homogenización ha llevado a estándares muy altos a la violencia entre gobierno y sociedad. México desde su colonización ha tratado año tras año por occidentalizarse, y en su intento ha visto a las diferencias como obstáculos y los ha tratado como tal, exterminándolos y suprimiéndolos. Para lograr la integración de la que Gamio hablaba es necesario primero que nada el reconocimiento de la otredad, después comprender el funcionamiento de las comunidades y después fomentar la interacción, el intercambio de tradiciones e ideologías, sin menospreciar ninguna de ellas. La Institucionalización de la Antropología pretende unificar a las culturas sin tener que eliminar aspectos que no sean semejantes entre ellas, poder garantizar los mismos privilegios a todas y cada una de ellas. En la actualidad presumimos de “Educación progresista”, pero ¿Qué tanto hay de esto?, si personas letradas siguen siendo participes de la discriminación a los pueblos Indígenas.  No necesitamos nuevos símbolos patrios, necesitamos organización, organización entre la sociedad civil para después poder exigir políticas adecuadas para cada uno de los integrantes de esta gran Nación. 

miércoles, 17 de noviembre de 2010

Las fallas en el sistema educativo mexicano ensanchan las brechas

El sistema educativo mexicano contribuye a ensanchar las brechas ya existentes en la sociedad mexicana, pues sus deficiencias se manifiestan más severa y ofensivamente para los niños y jóvenes de los contextos con mayor marginación.La educación en México no transforma a la sociedad; reproduce la desigualdad que existe, lo cual se traduce en la preservación del estatus quo reinante y la inmovilidad socioeconómica, es decir, que los más pobres y desprotegidos no tienen ninguna esperanza de modificar su condición actual.El resultado es aterrador: las primarias indígenas se concentran en la esquina inferior izquierda; sin que se mezcle uno de los puntos le sigue hacia arriba y la derecha, las primarias públicas en localidades rurales; y así sigue hasta que en la parte superior derecha se encuentran las primarias privadas, es decir, claramente los peores niveles de educación los reciben los niños indígenas, que obviamente también viven en las peores condiciones socioeconómicas y acumulan el menor capital cultural escolar.La brecha aparece ante nuestros ojos cuando notamos que no hay una distribución mixta: ni se mezclan los puntos de colores en la diagonal, ni la línea es horizontal, de forma que indicara la diferencia de los rasgos de hogar y familia de origen, pero sin menoscabo de un logro de parecida magnitud. Por el contrario, una descripción adecuada de lo que significa la empinada diagonal sería decir que el logro más alto de un estrato es cercano o incluso todavía inferior al logro más bajo de otro."A nivel de las entidades federativas, las que tienen un menor Índice de Desarrollo Humano (IDH) son también las que tienen el mayor porcentaje de alumnos con nivel 0 de lectura, de acuerdo a la prueba PISA 2006, tal como muestra que las tres entidades con menor IDH: Chiapas, Oaxaca y Guerrero, ocupen tres de los cuatro últimos lugares en lectura, con porcentajes de 39, 41 y 31 porciento de alumnos con nivel cero, respectivamente; y las dos entidades con mayor nivel de IDH: Distrito Federal y Nuevo León, ocupan los dos primeros lugares en el nivel de lectura, únicamente con el 8 y el 7%, respectivamente. Así los rasgos distintivos que muestra el sistema educativo mexicano son: altos niveles de deserción; bajos niveles de aprendizaje; y, ambas características, agudizadas en los estados menos desarrollados y los grupos poblacionales más necesitados. El problema  cobra proporciones alarmantes al revisar una gráfica del reporte que muestra con claridad las diferencias en la calidad de la educación de los distintos grupos socioeconómicos. Se representan los resultados de cuatro estratos de escuelas: primaria indígena, primaria pública en localidad rural, primaria pública en localidad urbana y primaria privada.